viernes, 20 de agosto de 2010

Planillas

Me preocupa que nos pidan que tomemos portura cuando apenas hemos tenido un poco de tiempo para entender lo que sucede por aquí. No entiendo, ¿cómo juzgar adecuadamente el carácter de alguno de ellos dejando fuera, que sus aspiraciónes políticas los hace pretender ser lo que no son.

Se empeñan en que les compremos y les creamos un papel que saben actuar bien, y es complicado saber si no es más que eso, puesto que en la mayoría de las ocasiones no tenemos más de algunos días de conocerlos.


Siento que han abusado de la confianza que podíamos tenerles y lucran con ello, me siento tonta por que no lo vi antes, me indigna sus tácticas para lograr un voto, me da miedo, puesto que estoy convencida de que en algúnb momento alguno de ellos regirá nuestro país y no, me reuso a tener un abusivo así por presidente, legislador o juez, y lo peor es que probablemente lo tengamos.

Cierto es que no puedo ir por la vida desconfiando de todo y todos y me enoja que pretendan quitarme la inocencia que me queda, seguramente la mejor salida es ser crítico, pero me niego a renunciar a mi inocencia, a ese algo que me queda antes de que mi corazón esté perdido para siempre.

Basta me niego a ser un número, un votante y no más por eso hoy hago el compromiso de no perderme en el absurdo de una máscara y llegar a aquel momento con las herramientas necesarias para no perderme en lo que aparentan y entender lo que son.

Don Juan

Ayer volví a traspasar el misterio de sus ojos, tal vez es que fué muy pronto o tal vez nunca lo logré, le creía mi pasado y ayer me sirvió para ver la equivocación que cometí, la profundidad de un suspiro y sabiéndole como sos es increíble que tan pronto por el mismo error haya perdido la razón.

Tal vez no debería pensarle pero, ¡atrévase a decir que es mi culpa!, no lo es y lo sabe, veo el regocijo en su mirada, y apesar de todo mi voluntad está en la viciada.

¡Que pronto derdí la desesperanza! Hoy lo que antes me ayudó, me hunde más. ¿Quién me ayuda a respirar?  ¿Quién que no tenga su olor? ¿Cómo lo saco de mi mente?

Y ahora resulta que es usted don Juan, y concuerdo con aquel cabellero y concuerdo con aquella dama cuando dicen que ese papel fue escrito para alguien como usted, y ahora he de citar las palabras que alguién más en el pasado al crear a alguien en mi estado inventó para expresar el sentimiento que esta noche su mirada volvió a crear.




¡Ah! Me habéis dado a beber
un filtro infernal, sin duda,
que a rendiros os ayuda
la virtud de la mujer.
Tal vez poseéis, don Juan,
un misterioso amuleto,
que a vos me atrae en secreto
como irresistible imán.
Tal vez Satán puso en vos
su vista fasinadora,
su palabra seductora
y el amor que nego a Dios.
¿Y qué he de hacer, ¡ay de mí!,
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?
No, don Juan; en poder mío
resistirte no esta ya;
yo voy a tí, como va
sorbido al mar ese río.
Tu presencia me enajena,
tus palabras me alucinan,
y tus ojos me fascinan,
y tu aliento me envenena.
¡Don Juan!¡Don Juan! Yo lo imploro
de tu hidalga compasión:
o arráncame el corazón
o ámame, porque te adoro.

Y si todos tienen derecho a un final feliz, ¿por qué nosotros no?

Cansancio.

Se apodera de mi cuerpo para dejarlo sin vida. Creo que nunca entendí ese concepto hasta ahora.

Antes gozaba de estar despierta hasta altas horas de la noche intentando probar que podía mantenerme, ahora ni siquiera entiendo que podía estar probando haciendo como que las pocas horas de sueño no causaban estragos en mi cuerpo, pero cuando el cansancio más que una diverción se transforma en tu modo de vida todo lo divertido entonces no hay elección, tu libertad se ve cuarteada y lo único que queda es luchar, luchar por que no puedes darte el lujo de rendirte a la mitad, cuando tu elegiste libremente este paquete y por que sería de un perdedor rendirse así sin más.

Pienso en el futuro y supongo que entonces valdrá la pena, las noches largas y las largas ojeras que imagino me quedarán como un recuerdo permanente de un sueño que decidí seguir y que hasta físicamente pasó su factura.

Y es que todo el cuerpo duele y el stress se convierte en un compañero fiel, por que en el transcurso de este y los próximos años aquellos que en un principio decidieron seguir el mismo sueño que tú, tendrán que abandonarte, lo que me da miedo es que aquel que los abandone podría ser cualquiera, y no me perdonaría, ser yo la que salga por estas puertas derrotada.

Dolor de cabeza, los párpados pesados, los hombros que parece que ya no aguantan, la actitud mecánica; síntomas que tenemos que reprimir mientras se toma clase y que son un lujo que debe guardarse únicamente para las horas de ocio, que si bien son pocas, son suficientes como para que puedas a penas sobrevivir.

Ésta, no es una carrera de velocidad, a la que puedes llegar al último y llegar en buen lugar, es sin duda una carrera de resistencia y sólo aquellos que puedan mantener el paso durante los próximos 60 meses podrán terminarla.

Me pregunto "¿quién es capaz de terminar esta carrera?" y casi de imediato yo misma me contesto "cualquietra posee lo necesario para concluir esta carrera" y entonces me doy cuenta, la verdadera pregunta difícil no es esa, si no, ¿quién quiere terminar esta carrera?

En el futuro le hecharán la culpa al método, y no dudo que sea complicado y que en algunos sea la verdadera razón, pero, me parece imposible creer que en todos los casos lo sea, y probablemente sólo sea una falta de compromiso con si mismos y con sus sueños.

He escuchado gente que, como Martin Luther King Jr. dijo en algún momento, también dicen "tengo un sueño...", sueñan con que este año nadie de los que comenzaron la carrera tenga que desistir, sólo espero que no hayan visto demasiadas telenovelas y no estén soñando muy loco.

Yo soy un poco más realista y apesar de que en un mundo rosa estaría muy padre que dicho sueño se hiciera verdad y aun que tal vez lo que escriba a continuación me quite lo realista yo también tengo un sueño, si, pero un sueño diferente, sueño con el ideal de justicia y que bajo ese principio a cada uno la vida nos de lo que nos cooresponde, que nuestro final sea el que nos toca según nuestros actos, y bueno ahora siendo por completo idealista, ¿por qué no?

Y si todos tienen derecho a un final feliz, ¿por qué nosotros no?

jueves, 5 de agosto de 2010