Recuerdo aquel día del mariachi, cuando tuve que irremediablemente decirle adiós, había sido parte de mi vida por los últimos tres años, había fungido de mi segunda casa y ahora sinceramente me dolía dejarla.

Sin embargo, yo sabía que por mucho que quisiera no podía quedarme allí otro año y que siendo muy sincera en realidad tampoco quería hacerlo, este ciclo estaba cerrándose y se aproximaba un momento muy importante en mi vida.

Había una curva pronunciada que impedía la correcta visibilidad, pero de igual forma estaba cierta y totalmente emocionada. Hacía unos meses había hecho, tal vez, la más importante decisión de toda mi vida.

La nueva etapa a la que me aproximaba, la que me causaba una mezcla extraña entre miedo y emoción, era mi muy próxima entrada a la universidad. Iba a estudiar derecho, en la Escuela Libre de Derecho. Pero, ¿por qué derecho?

Es difícil aceptar que tal vez te equivocas, pero es peor no darte cuenta de que lo haces. Entonces, sin duda me he preguntado cerca de treinta mil veces, si es que cometo un error al estudiar esta carrera.

Para mi sería muy fácil decir que se exactamente por que quiero estudiar derecho y empezar ahora a hablar acerca del ideal de justicia, la preservación de la jerarquía de valores sociales, y demás temas. Pero yo no puedo decir eso no puedo mentir y simplemente tampoco es útil. Para mí el Derecho no es eso y tampoco pretendo dar una definición citando algún autor rimbombante y menos intentaré componer mi propia definición de Derecho.

Para mí el Derecho es una forma de vida mis padres son ambos abogados, lo cual me ha dado un cierto panorama de lo que ser un abogado significa.

Me considero afortunada por que he podido conocer al Derecho casi desde que nací, casi puedo decir que a mí me amamantaron con Derecho. Aún que también me ha dado oportunidad de por un tiempo de mi vida aborrecerle y hasta jurar que nunca le estudiaría.

Supongo, que nadie en su cuarta semana en la honorable Escuela Libre de Derecho y menos aún en cualquier otra universidad puede decir a ciencia cierta una definición que a parte le sea representativa, sin que sea sólo el acto repetitivo que un perico también puede hacer. Eso me hace sentir muchísimo menos mal y me pone a pensar que tengo tiempo para averiguar ¿qué es el Derecho?

Ahora pienso que hoy a unas cuantas semanas de haber empezado esta carrera de Resistencia, sé un poco más de por qué me gusta el derecho. Y tengo una maleta cargada de ilusiones y sabiendo que el trabajo es mucho. No pido que mi trabajo sea menos pesado, sino más fuerza para terminarlo.