sábado, 24 de abril de 2010

Misma Mujer

Un año después diferente escenario, misma escena, mis ojos buscando aquel soplo de vida que aquella mirada podría darme, dos hombres diferentes, la misma historia y el mismo resultado, PURA DESCEPCÓN.

No quisiera compararlos pero la coincidencia me perturba. A uno lo quiero, al otro lo he olvidado.

A veces quisiera no quererle, darme por vencida, tirar la toalla, bajarme de este barco que sólo consigue marearme, pero es que, tal vez me gusta este mareo, es que tiene algo extrañamente placentero.

No es justo que lo justifique, si le fue tan difícil sentarse una hora fue por falta de ganas no por falta de capacidad, cierto es, que he intentado convencerme de que él siente algo por mí, pero, ¿y si, sólo es una bellísima imaginación mía?

Y todo esto sin pensar en el tiempo, ese horrible inquisidor que ha corrido demasiado, aniquilando lentamente mis torpes esperanzas.

Quisiera pedirle al tiempo que vuelva, no pedir que regrese, pues no quisiera cambiar nada pero que durara el doble que cada día durara como semana, que se detenga, y si le es imposible le exijo una solución…

En momentos como éste, el camino por el que transito se bifurca y hasta ahora he evitado tomar una decisión y pronto esa omisión podría haber decidido por mí, la carrera contra reloj no me permite darme el lujo de esperar todo lo que podría yo querer pero, pronto podría ser tarde…

Pero estoy parada enfrente de un camino donde hay luz no arriesgo nada, pero pierdo todo y otro que no tiene luz, arriesgo todo pero no se que pueda ganar y con lógica pensaría en apostar todo pero perderlo todo tal vez sea mejor que apostarlo todo…

Hasta ahora fue suficiente amarte, pero hoy no puedo conformarme con eso y me odio por eso…