Hoy leí esto en el semanario del CUM y los escribieron unos muchachos llamados Salvador Ascencio y Rodolfo Castellanos y pues no se quiero guardarlo yo y compartirlo con cualquiera que lea esto... porque creo que lo que dice es cierto y porque quiero recordarlo siempre.
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¡Gracias Totales! por Salvador Ascencio
Cayendo nuevamente en ese sentimiento de nostalgia que todos tenemos unos cuantos días antes de que se ter-mine el curso escolar, únicamente suenan en mi cabeza las palabras de Gustavo Cerati en el último concierto de Soda Stereo después de tocar “De Música Ligera”…….¡GRACIAS TOTALES!.
CUM…gracias por ser mi hogar, gracias por permitirme aprender, vivir, soñar, amar, reír, llorar, debrayarme y compartir mi vida dentro de tus muros.
Gracias por esos momentos tan especiales. Por los nervios de tener tu examen de mate, salud e historia el mismo día; el ansia de esperar el toque del primer receso en la Semana de Emprendedores; por la primera vez que vas a comer a los Pericos antes de un crédito de Estéticas.
Gracias CUM:
Por que yo también conocí a mis mejores amigos.
Por que yo también me enamoré dentro de tus muros.
Por que tuve maestros increíbles que se preocuparon por mí.
Por que entre los 1800 alumnos que recibes todos los días me di cuenta de que no estoy sólo, que muchos piensan y sienten lo mismo que yo, y pude compartir mi vida con algunos y formar una comunidad con todos.
Gracias por permitirme ser parte del ti.
Gracias TOTALES.
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¡Déjate de estupideces y haz el amor! por Rodolfo Castellanos
“Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará”
Julio Cortázar
¿Qué es hacer el amor? Es la pregunta que una noche le hice a un colega, y es que la verdad llevaba varios días con esa corta pero cardinal pregunta que no me dejaba dormir. ¿Cuántas parejas hoy en día pueden decir que de verdad han hecho el amor? más allá del simple acto de llenar vacíos existenciales con pasión sexual, de dar placer o recibirlo como quien está vendiendo garnachas, de rebajarse al nivel de bestia y acostarse con otro ser sin si quiera mirarlo a los ojos. Y es que esa es la razón por la que el ser humano es un ser tan mítico e intrincado. Para bien o para mal, el hombre es el único ser en este planeta que cuando se está reproduciendo mira al otro a los ojos. ¡Y qué lejos estamos de nuestra naturaleza! de nuestra humanidad. Hoy, lo que menos importa es la belleza, ¿Quién le ha recitado un verso a su dama una mañana en las gradas? Empezando por la pregunta que acabo de hacer. ¿Quién a los 16 años se atreve a decir que tiene una “dama”? por favor, eso déjaselo al Quijote, a los caballeros de la edad media, ¿¡pero nosotros!?, jóvenes del siglo XXI decir en nuestra farra que venimos de estar con nuestra “dama”¡ Ahí es cuando uno entiende todo lo que nos está pasando... Hoy todos tenemos miedo a la palabra “amar”, preferimos decir “te quiero”, “vales mil”. ¿AMOR? eso sólo en los carteles del Grupo de Oración. Tal vez un día lo vivamos ¿no? Eso. Amor. Pues suena a toda madre. Pero hoy no, ¡hoy somos jóvenes! ¡hoy vamos a conocernos rápidamente, a fornicar y a olvidarnos!. Me importa un bledo quién seas, si tu papá le pegó a tu mamá antes de que te dejara en el antro, si llevas seis meses sin dirigirle la palabra a tu madre, si has pasado los últimos tres años de tu vida esperando a alguien que te quiera por lo que eres y no por lo buena que estás.
Esta noche vamos a cantar “a labio dulce” 10 veces, para que te proyectes porque sabes que nunca va llegar el chico que te MIRE A LOS OJOS y te diga que te ama, así que cuando ése espasmo de cruda lucidez pase por tu mente, es el momento para empezar hacer lo que llevamos haciendo toda la prepa, tirar nuestra juventud a la basura….
¿Y esas parejas son las parejas de hoy? ¿Esas son las parejas que se jactan de haber hecho el amor? Que decadente. Qué verdad dura y sin sombra, que verdad fácil y qué pena.
Te voy a decir la conclusión a la que mi colega y yo llegamos esa noche: el término “hacer el amor” no se limita solamente al acto sexual de fundir dos concupiscencias, va mucho más allá. Está en las pequeñas cosas porque al final son las más grandes. En quitarte tu máscara asquerosa que traes todos los días al CUM para mostrarle a ese ser que eres un huma-no de verdad y no un simple engranaje, un patán, un poco hombre más, una puta más. Tal vez cuando conociste a esa persona te diste cuenta de que has pasado tu existencia en la banalidad total, pero gracias a ella eres capaz de aceptarlo, y así cuando ella te pregunte ¿desde cuándo decidiste cambiar tu vida? Tú le contestes. DESDE QUE TE VÍ A LOS OJOS.
En convertir a ese ser que amas en la causa final de todas tus acciones, en mandar al carajo los términos pasivos de “novia”, “chica” y decir que tienes una “dama”, una “musa”, en dejar ir tus papayas filosóficas y darte cuenta que la gran mayoría de toda esa bola de eruditos no fueron más que pobres amargados que crearon sus doctrinas a raíz de que una mujer no se los quiso follar. En dejarte de preocupar porque no sabes escribir un mendigo soneto y dejarle eso a los intelectuales que nunca van a vivir lo que están escribiendo, en cambio tú vas a salir al patio y vas a VIVIR lo que nunca vas a escribir, vas a ser inmortal agarrado de la mano de ese ser, de su corazón, hasta que suene el timbre, para después regresar a tu trinchera a luchar en un mundo en el que los pobres habladores que nunca se callan y no hacen más que criticar todo y a todos porque terminando la escuela su vida es lo más plano y triste que pueda haber; en un mundo de apáticos que lo único que van hacer cuando lean estas líneas va ser tirarlas a la basura y reírse para no llorar como lo llevan haciendo toda su mísera vida.
Tú hoy eres joven y bello, tú hoy puedes y debes optar por el amor, por el amor de verdad, por el amor que va seguir cuando tú estés en la UNAM y tu chica en el ITAM, cuando tu chico vaya en la IBERO y tú sigas aquí y sólo puedan verse los viernes y sábados, cuando se vayan a estudiar juntos su maestría a Europa y sean soberbia-mente pobres pero completamente plenos, cuando después de 10 años de estar juntos, la mires a los ojos y le digas “cuando miro tus ojos, pienso en un hijo”. Eso es hacer el amor ¡Eso es vivir en el amor, eso es creer en Dios, eso es amar la vida, eso es tener fe y eso va a salvar al mundo! Es utópico, es cierto, pero si no que chiste tendría, hay que apostarle a lo grande.
Y si la vida nos rodea con su tragedia y nos tira al piso otra vez y regresamos a estar solos con nuestra soledad, recuerda que así como volaste y te caíste, también puedes besar tus manos porque han sido alas, y siempre lo volverán a ser cada vez que te arranques el miedo a empezar de cero.